2 jun 2011

RDG: Rol Dreaming Game

Las primeras gotas de rocío que cayeron en mi cara, me despertaron. Apenas había salido el sol y mi estómago ya reclamaba. Normal. La noche anterior tuve que salir huyendo de aquella posada, por mantenerme con vida y no pude probar bocado.
Busqué en el pequeño zurrón de piel bovina y encontré un poco de pan duro. Suficiente para empezar el día. Me aseé un poco, recogí mis cosas y emprendí la marcha. Tenía que intentar llegar a destino antes de que anocheciese, pero la ruta marcada para los carruajes era demasiado larga, y tendría que hacer noche en el camino. Poco recomendable, si no conoces la zona, como era mí caso.
Decidí, por tanto, optar por el sendero que atravesaba el bosque. Me habían contado mil historias sobre ese bosque. Pero sobretodo, los cuenta cuentos, coincidían en lo mismo. Si cae la noche y estás dentro del bosque, no podrás salir. Nunca.



Asumiendo el riesgo, y a paso ligero, me puse en marcha por el sendero. Quizás fuesen los primeros rayos de sol con su luz penetrante o el entusiasmo del que emprende un nuevo camino, pero el bosque no me pareció una amenaza.
La fauna más madrugadora iba mostrándose poco a poco en sus labores matinales. Ardillas, gorriones, ratoncillos y algún que otro gato se cruzaron a mi paso ignorando mi presencia.
Con el sol en lo más alto, el cansancio empezó a hacer mella en mi cuerpo. Parecía que la frondosidad del bosque no era suficiente para protegerme del calor y el consumo de agua cada vez era más frecuente. El peso de mi equipaje cada vez era más notorio. Debía parar a descansar e intentar comer algo.
Busqué algo de sombra bajo un gran árbol, no muy lejos del sendero. Un poco de pan duro con unas hierbas reconstituyentes fue lo único que pude echarme a la boca. Bebí más agua. El calor cada vez era más intenso y notaba un peso interior que me impedía levantarme. Estaba muy cansado. Poco a poco fui cerrando los ojos.
Algo rasposo y húmedo tocaba con ritmo rápido mi mano derecha. Me desperté sobresaltado. Sólo era un gato en busca de alimento. No fui consciente de la situación hasta que pasaron unos segundos. Ya era de noche y tenía que intentar salir del bosque.
Me reincorporé y me di cuenta de que no era mi día de suerte. Alguien me había robado mi comida, y mi bastón de aprendiz. Automáticamente eché mano al bolsillo oculto bajo mi túnica, y encontré mi daga. Algo es algo, pensé. Daga en mano y asumida la nueva situación, empecé a caminar.
Como era de esperar, la senda principal del bosque había desaparecido ya que mi campo de visión era prácticamente nulo. Por cada paso que daba tenía la sensación de que me alejaba más del camino y me acercaba más a una situación trágica. Los ruidos nocturnos del bosque tampoco ayudaban.
De repente, vi un rápido destello y casi al unísono, sentí el calor de unos colmillos afilados a la altura la pantorrilla. Quedé conmocionado por unos instantes, pero como una vela que arde antes de ser apagada, me revolví con fortuna y noté que mi daga se hundía en el lomo del animal. Eso me dio cierta ventaja para incorporarme y empezar a correr sin dirección y con la pierna maltrecha.
Notaba el aliento del animal herido detrás de mí, y lo peor, no estaba solo. La herida empezaba a pasar factura, y en una mala zancada, tropecé. Caí rodando por una especie de pozo abierto. Me cubrí la cabeza mientras rodaba para evitar desnucarme, aunque no sé si tenía mucho sentido tras lo que me esperaba.
Me reincorpore como pude, y alzando la mirada, vi a mis perseguidores en lo alto del socavón. Con la tenue luz de la luna, se apreciaban unas figuras enormes. Parecían hienas del tamaño de un jabalí. El que estaba herido me miraba fijamente, como satisfecho de su presunta victoria. Fueron bajando poco a poco, emulando un ritual antes de darse un festín. Observé que algo brillaba en el suelo.
¡Mierda! Mi daga. Durante la caída y con el afán de protegerme la cabeza, solté la daga y está se quedó a medio camino entre la superficie y el fondo del agujero dónde me encontraba. Con estas circunstancias, pensé en intentar subir a la superficie, pero el encuentro sería frontal y tenía las de perder. Quise recordar aquel hechizo que aprendí recientemente para mover objetos de pequeño tamaño e intentar generar una distracción. No podía concentrarme, ya que el miedo estaba instalado en mi mente.
Empecé a asumir que había llegado mi hora. Que sería una muerte dolorosa y lenta. Pero ya no me quedaban fuerzas para oponerme a nada. Estaba totalmente vencido. Mis rivales ya habían avanzado lo suficiente como para poder atacarme. Me mantenía en pie, aunque fuese por dignidad. Fui retrocediendo hasta asegurarme que mi espalda tocaba con la pared para evitar ser rodeado. No sirvió de mucho. Uno de ellos se abalanzó sobre mí y se hizo la oscuridad.
Me dolía la cabeza. Lentamente abrí los ojos. Estaba estirado en una especie de cojín gigante, tapado con una tela muy bien bordada. La pierna ya no me dolía y ni rastro de la herida. Mientras intentaba entender que estaba pasando, un zumbido extraño y repetitivo se hacía eco en mi cabeza.
Desperté. Las 6:20. Apagué el despertador mientras me incorporaba. No había dormido bien y estaba agotado. Quizás porque estuve jugando hasta las tantas a mi RPG favorito.

Nota: Esta entrada va dedicada a @laocoont, por darle sentido al concepto ayuda, y por la nueva imagen de este blog. Gracias.

6 comentarios:

ToniCae dijo...

Gran entrada Raúl, si todos tus sueños son así tendrás que contarnos algunos más ;)

Raúl Factory dijo...

Hombre, todos, todos no se pueden contar! ;P
Gracias por colaborar en el blog!!

Laocoont dijo...

Lo que ya te he dicho en más de una ocasión este blog destila muchas cosas por las que yo empecé en Under My Mind y sólo por ello ya tienes un fiel seguidor.

Grande la entrada y fiel a un estilo poco habitual. Por cierto fue un placer.

Anónimo dijo...

Pues gracias a @laocoont llegué aquí y la verdad es que me gusta lo que leo, y concuerdo con él. Este blog me recuerda gratamente a Under y eso tiene que ser bueno por narices ;)

GredXII dijo...

Perdón, he publicado con la cuenta que no era, ahora si que lo dejo con mi nombre como Dios manda ;)

Raúl Factory dijo...

Viendo la buena acogida, seguiremos en esta línea!!
Gracias a todos por pasaros por aquí de vez en cuando!!

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